ampharou

miércoles, mayo 25, 2005

Demasiados malos días.

Cambio de tercio. Física, mental y anímicamente bajo cero. El mes de mayo ha resultado un mes para olvidar. Es más, ha sido un mes recomendadamente omitible. Época de vacas flacas. Además, demasiadas horas de insomnio. Y a las cuatro de la madrugada, cualquier solución parece factible. Y cuando digo cualquier, quiero decir hasta la más improbable. Pero gracias a los fatos, con las luces de la mañana aparece también el resquicio de razón que me queda. Así que me queda rato de estar por aquí... al menos por ahora.

pensado por ana at 10:32 p. m.

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