ampharou
jueves, junio 30, 2005
Rayuela.
Cada verano, invariablemente, devoro libros. Si en invierno los estudio, en verano los devoro con fruición. Y cada verano lo comienzo haciéndole la preceptiva visita a la familia Buendía. Todos los años... menos éste, que he cambiado Macondo por el París de Rayuela. Es mi segunda lectura, la de los capítulos salteados, y espero que me deleite tanto como la primera, la de los capítulos ordenados...
La primera vez llegué a Rayuela oyendo una grabación, en un programa de radio, del propio Cortázar declamando, con su puro verso argentino, su capítulo 7. Me enamoré irremediablemente de aquellas palabras, como me enamoré del resto del libro a medida que lo iba leyendo. Así que estaré unos días agradablemente acompañada, a donde quiera que vaya, de una edición barata, de pastas negras roídas en un descuido por uno de mis gatos, robando horas de sueño, aprovechando la espera del autobús, desayunando sola por el simple placer de hacerlo leyendo, deseando terminarlo sólo por tener la oportunidad de volver a empezarlo.
3 Comments:
Ana, soy argentina y amo a Cortázar desde que lo leí por primera vez. Todos sus textos me han fascinado... pero Rayuela es el que tengo siempre a mano en la mesa de luz. Cuando lo leo tengo la sensación de estar con un amigo que me habla... por supuesto no soy tonta para elegir amigos...
Besos
Sil, primero gracias por la visita. Rayuela es una maravilla, Cortázar es una maravilla , y creo que no lo decimos sólo nosotras. Sí, tienes buen gusto para elegir amigos. Yo tampoco he dudado en escogerlo.
Cariños!
Gracias a vos Ana por escribir textos que me acompañan...
Besos y más!!!
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