ampharou

domingo, agosto 21, 2005

Rituales.


Ayer me apetecía encontrarme con una vieja amiga. Como sabía dónde encontrarla, me puse mi bikini y dirigí mis pasos a las afueras de la ciudad, por la playa, hacia esa que llaman Cortadura. Temí que un atardecer nublado le hiciera desistir de aparecer, pero la puesta de sol y un improbable arcoíris de tarde de agosto parecían un buen augurio. Me dispuse a esperarla, me senté en la arena y fumé un cigarro. Y por fin llegó. Tímida y cubierta de nubes. Decidí que el encuentro merecía un homenaje, y acompañé su baño en la bahía quitándome el bikini y metiéndome a mi vez en el agua. Volví a casa y ella siguió su camino.
Esta mañana vino a despedirse. Yo dormía aún cuando ella ya se tenía que marchar. Me dejó un rayo de luna sobre la almohada. Un trozo de luna de agosto.
pensado por ana at 2:31 a. m.

1 Comments:

Qué tiene esa ciudad, que tiene esta provincia. Qué tenemos los que allí nacimos, los nietos de Baelo Claudia...

Qué tienen tus palabras, que como ruinas blancas he descubierto, qué tienen que llevan a la tranquilidad.

Besos.

21 agosto, 2005 12:12  

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