ampharou

viernes, noviembre 18, 2005

Aquellos años.


Los recuerdos de mi infancia los tengo casi todos guardados en el archivo del verano de mis cuatro años. Por aquel entonces todavía no había pisado el colegio, me encontraba un tanto asilvestrada y vivía prácticamente enredada en las piernas de mi madre. No quiero decir que fuera una niña mimada (en mi casa nunca fueron pródigos en mimos. Quizá por eso ahora los vaya derrochando y anhelando). Hablo literalmente: mi madre era modista, y esas tardes las pasaba cosiendo en su máquina. Y su máquina era mi mundo. Olía a aceite y al cuero de la correa que movía la rueda, pero a falta de una casa de muñecas, el mueble de aquella Alfa era un auténtico palacio. Tenía una cajita llena de botones, hilos y levas que se podían convertir en cualquier cosa, y en esa habitación nunca faltaba un retal en el que acurrucar a un pobre botón rosa muerto de miedo por un posible ataque de la serpiente que mi madre usaba para tomar las medidas a aquellas señoras que venían a casa.
Así pasé aquel verano, así al menos lo recuerdo. Metida bajo la silla de mi madre, hipnotizada por el vaivén del pedal y oyendo las novelas en la radio. Comiendo pan con chocolate. Jugando alguna vez a pisar los rayos de sol que se colaban entre las cortinas.
Totalmente ajena a lo que no fuera mi mundo.
Feliz.


pensado por ana at 2:13 a. m.

9 Comments:

Mis recuerdos de verano son pasar todo el día en la playa con mis hermanos mayores y las peleas con mi madre para ir a dormir antes de las nueve. Por cierto ¿Quién es esa niña tan guapa?

18 noviembre, 2005 08:54  

Los recuerdos infantiles son como una macedonia de frutas, tantas impresiones mezcladas que apenas puedes distinguirlas con claridad. Tan sólo, eso sí, una inefable pero certeza sensación de sabor agradable...

18 noviembre, 2005 10:47  

¡Qué niña más mona!

En casa de mi madre había una "Singer" y recuerdo que me fascinaba. La de "cosques" que recibí haste que comprendí que aquello no era un juguete.

Besos.

18 noviembre, 2005 17:48  

Recuerdos de la infancia, de lo mejor que se puede recordar, cerrar los ojos y volver a aquellos olores de la cocina de mi madre, a corretear por todo el barrio, y esas meriendas de pan con chocolate... ay qué gran recuerdo...

Un beso.

18 noviembre, 2005 18:02  

Mi madre no era modista pero tb se pasaba horas cosiendo con su Alfa, con la radio de fondo (siempre la cadena Ser) y conmigo pululando a su alrededor, con mi bocadillo a la hora de la merienda, pidiéndole cada día que me hiciese un vestido para mis muñecas mientras ella le daba a aquel pedal negro con un botoncito rojo...

Besos,

S

18 noviembre, 2005 18:52  

Ana, qué enorme sorpresa leer esto... Esta tarde, mientras tomaba un examen en la universidad, y para aprovechar las horas de espera hasta que lo entregaran, escribí un recuerdo de mi infancia... de mis 4 años...
Sólo que, a diferencia del tuyo, el mío es bien triste (pero yo no lo estoy, eh? justamente por poder rever estos recuerdos... - perdón, se me filtró la "psi").
Muy lindo, Ana, lo que escribiste.
Besos. Victoria

19 noviembre, 2005 03:43  

Nosotros esos recuerdos los tenemos muy recientes, aún seguimos viviendo en mi infancia.

19 noviembre, 2005 18:26  

Uhm, los días de playa... Yo también tengo esos recuerdos, pero os los contaré otro día..
Memento, la comparación más hermosa y más certera que he oído nunca. Gracias.
Gabi, yo aprendí que la máquina no era un juguete el día que me atravesé el dedo índice con la aguja :'(
S, te puedo asegurar que mis Nancys eran las mejor vestidas del barrio...
Ego, espero con impaciencia esos recuerdos de tus cuatro años.
Mizerable, yo también los tengo muy cercanos... y mi madre, más.
Ah, la chiquilla con cara inocente es una pequeña licencia que se ha tomado Ampharou ;)

21 noviembre, 2005 01:18  

que belleza de post! mi madre también cosía con la máquina, vestidos preciosos para los días de feria...

21 noviembre, 2005 23:29  

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