ampharou

jueves, mayo 04, 2006

Día.

Día extraño. Cansada, irascible. No es bueno despertarse pensando en que hoy no va a haber siesta. Menos si te espera una mañana de trabajo hasta las cejas, mil problemas por resolver y aguantar a un jefe con demasiadas ínfulas de tal. Volver a casa y volver a salir, esta vez para ir de compras con una preadolescente. Te acuerdas de cuando le decías de pequeña que te la ibas a comer. Te arrepientes como nunca de no haberlo hecho entonces. Larga caminata, ideal para el cansancio que llevas arrastrando todo el día. Aguantas colas, dependientas impertinentes, más preadolescentes a las que sus padres también debían haberse comido cuando estaban a tiempo. Llegas de nuevo a casa, cargada de bolsas y con el único pensamiento de deshacerte de esos zapatos que llevan martirizándote todo el santo día. Enciendes el ordenador y, et voilà, sin capuchino ni nada te hacen olvidar todo el cansancio, toda la mala leche que ha estado hirviendo todo el día. Con un solo gesto te pintan una sonrisa y te derriten el alma.

Y entonces sabes que nunca has sido tan feliz.


pensado por ana at 11:58 p. m.

7 Comments:

Menudo día... pero con final felíz, que es al fin y al cabo lo que cuenta... Me alegro de que te fueses a dormir con esa sensación... va a resultar que el chaval no es tan malo, maloso requetemalo y se merece un achuchón... a mí el detalle (para contigo) me encantó...

Un BESOTE y felíz finde

05 mayo, 2006 08:44  

Totalmente de acuerdo con la última frase.

05 mayo, 2006 10:19  

POs mira que...para mí que lo hace para que no se le de la espalda del todo, eh ? es listo este muchacho...sabe cuando poner esa puntilla... :P
Pero oye, que no lo hace mal. Y sinceramente...creo que la última frase de tu precioso post, alguien que tiene detalles contigo la comparte completamente... en su caso, con sólo escucharte :)

Besitos

05 mayo, 2006 13:57  

Lo de los preadolescentes te a quedao mu bien, lastima que sus padres ya no viviveron esa epoca de hambre para que le hubieran dado a sus hijos (de puta) al menos un bocadito, para que dejaran de ser tan capullos.

05 mayo, 2006 18:14  

Lo único bueno de un horroroso día de cansancio es cuando al llegar alguien ya te tiene preparada una sonrisa.
Me alegro de tu felicidad, te lo mereces.

06 mayo, 2006 12:57  

Y yo que me alegro.

06 mayo, 2006 21:05  

Felicidades Ana! No por el pésimo día, sino por el final, o al menos lo que yo entiendo que significa, después de ir de un blog a otro y armar conjeturas desde hace bastante, tratando de leer los comentarios entre líneas!!
besos

12 mayo, 2006 19:01  

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