ampharou
jueves, julio 27, 2006
Felicidad.
Hay quien es tan pobre que mide su felicidad en los metros cuadrados de una casa, de un jardín. Hay quien lo hace en los caballos de motor de un coche, en los metros de eslora de un barco o en los kilómetros que lo separan del país de donde procede la chica que cuida su casa.
Hay quien es tan pobre que su felicidad cabe en lo que cuesta una botella de un buen reserva, o la cena en un restaurante de moda, cena para uno, una sola copa.
Otros son tan pobres que para ellos la felicidad reside en el título de una renombrada universidad, en un número determinado de masters. En la totalidad de casos ganados, en la cantidad de clientes reclutados.
Mi felicidad también tiene medida: en los te quiero mascullados por mi hija, porque una chica de doce años ya no le dice a su mamá que la quiere. En sus abrazos espontáneos por la misma razón, en sus besos de buenas noches. Y en su risa, siempre su risa.
Mi felicidad también la calculo en la música que él me enseña a escuchar, en horas al teléfono, en mariposas en un aeropuerto y lágrimas en un tren. Es su roce y su caricia. Su voz.
Mi felicidad es el abrazo de mis padres, la sonrisa de mis hermanas, las bromas con mis sobrinos. Son las felicitaciones en mi cumpleaños, las llamadas de los amigos. Horas de charla sin sentir, de risas hasta la madrugada.
Es decir lo que siento, besar a los que quiero, ver mi mar, oír mi canción, poder tocar a mi amor. Mi felicidad es una tarta de queso, un baño caliente en invierno, una cerveza helada en verano.
Mi felicidad es la luna llena, el olor del jazmín. Ella. Y tú.
La imagen: La Venus azul y el pájaro Picón, de Álvaro Mejías.
13 Comments:
Creo que sé de qué hablas pero también hay gente tan pobre cuya felicidad se mide artículos no tan lujosos, gente que se gasta el sueldo de un mes en un abono para el fútbol, gente cuya felicidad consiste en tomar una copa más de Soberano que el compañero de trabajo con el que se codea en una barra cada mañana,...
Y también hay gente cuya felicidad se mide, quizá, en los caballos de un coche y no es pobre, porque su pasión son los automóviles. Aunque entiendo que no te referías a ellos, sino a los que tienen una ansia desemesurada por poseerlo todo; de éstos, como decía, los hay pobres y los hay ricos...
Para mi la felicidad es sentirme necesitado, útil.
Hace mucho tiempo aprendí que la felicidad sólo depende de uno mismo, de saber apreciar y valorar todo lo que tenemos y disfrutar con esas pequeñas cosas que hace que nos sintamos a gusto.
Como djo Epicuro: "el que no considera lo que tiene como la riqueza más grande, es desdichado, aunque sea el dueño del mundo"
Gracias por esa felicidad que nos haces sentir cada vez que podemos volver a leerte y aunque ya te lo he dicho alguna vez, yo soy feliz por ver como te sientes.
Estoy totalmente de acuerdo con Carmen aunque soy más feliz por lo que me haces sentir.
Pues ya ves tú...a mi la felicidad me la acabas de contagiar al leer esto!
Gracias por la sonrisa que me has dibujado, hoy más que nunca.
besitos
Si además de sentirte así de feliz, eres capaz de hacer feliz al resto como haces, lo eres doblemente.
Si te hace feliz la luna llena, le diré que no olvide de recoger tus sueños y mandarlos a la otra parte del pais (ya lo hace ;D)
Ana dijo:
"Llego tarde?? Uuuuuhmm... Felicidad: aquéllo que te encuentra cuando ya hace mucho que dejaste de buscarla.
Besos."
21/11/05
Parece que te ha encontrado. Felicidades.
La de bofetadas que me he llevado yo por querer hacer feliz a algunasss...
Al final me he tenido que ir a un crucero de superlujo con la Visa Oro durante tres meses para que se me pase el sofoco.
muy grande tu poema lleno de amor ,felicidad y simplicidad... lo que falta en este mundo esta al alcanse de nuestras manos y nuestros deseos, solo basta con ser menos egoistas." la felicidad es un pajaro que anida en el alma de un niño y que el hombre con su egoismo quiere cortarle las alas para verla arrastrarse en lo mas oscuro de la humanidad"
Ismo, no era una cuestión de pobres o ricos, es una cuestión de posesiones y posiciones, con independencia del dinero. Es una cuestión de las cosas que te hacen feliz. Y hay gente que lo son por lo que tienen o por lo que son. También ellos estarán rodeados de esas pequeñas cosas de las que hablo, pero alardean de las demás y esas no las aprecian. Para ellos son como tener el páncreas, sólo son conscientes de que lo tienen cuando deja de funcionar.
Y yo he aprendido a disfrutarlo ahora, cuando todavía estoy rodeada de ello. Será porque no tengo nada más, sólo una familia que me adora y a la que adoro, unos pocos buenos amigos, para lo bueno y para lo malo; alguien que me quiere porque sí y al que quiero porque también. La salud de todos ellos y la mía propia. Ojos para ver y piel para sentir. Y no quiero nada más.
Gracias a todos por venir, por vuestras palabras.
Y gracias al divino hacedor de la obra que ilustra este post.
Buah, realmente estupendo!!
todos la buscan, la felicidad, pero tiene mil caras, una para cada uno. y para algunos se esconde de tal modo que parece imposible de encontrar...
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