ampharou

jueves, marzo 15, 2007

Arena.


Tengo una noche de verano prometida, cuando ya no sea el tiempo de los aeropuertos, en la que bajar contigo a la playa y, quitándome las sandalias, hundir mis pies en la arena mojada mientras te beso y te beso.

En esa noche de luna prometida, en la que ya no será el tiempo de las estaciones, descorcharemos una botella por todo lo que nos queda por vivir.

Cuando llegue esa noche prometida y ya no sea el tiempo de las despedidas, sacudiré la arena de mis pies de camino a casa, mientras vamos encendiendo todas las velas que nos encontremos por el camino, en alabanza a nosotros mismos.

Pero todavía es el tiempo de los aviones y los trenes, de las lágrimas y los reencuentros. Todavía no es verano ni hay luna. Y la arena que siento pegada a mis piernas pesa, al menos, mil kilómetros.

pensado por ana at 9:30 p. m.

3 Comments:

Ana, no se si te servirá de consuelo pero esta fase en que estas de distancias fisicas también sirve para estrechar otos lazos en la distancia. La voz, la imagen, el texto, Hay un romanticismo en esto que también es bonito disfrutar.

15 marzo, 2007 23:09  

Precioso Ana!
Besos

16 marzo, 2007 03:24  

Ufffffffff, a mí tb me separan mil kilómetros del hombre al que amo :( lo malo es que nosotros no tenemos playa por la que pasear cuando nos reencontramos

20 marzo, 2007 21:25  

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