ampharou

lunes, agosto 29, 2005

Recuerdos.

Hoy quería ordenar un poco mi despacho. Se me da bien eso de amontonar cosas, pero llegados a estos extremos, se va haciendo necesario hacer un poco de hueco entre las que están para las que vayan llegando.

Carpetas y carpetas de apuntes que no sé por qué guardo todavía. Libros de estudio, libros de consulta, libros con los que pasar mil tardes de verano y que no tienen que ser necesariamente los mismos que los anteriores. Entre las páginas de algunos de ellos, notas olvidadas, caras que saludan desde viejas fotografías, cartas que nunca llegaron a su destino...

Una caja con mil escritos, dos plumas verdes, el papel de un regalo, el plano de una ciudad, un billete de autobús, el corcho de una botella...

Mis dibujos. Trazos de las caras de las que no puedo prescindir: mi hija, con su lago de inocencia en la mirada. Mi mejor amigo, amor que no pudo ser. Los ojos que más me conocen, que más me seducen, que más me inquietan...

Todo vuelve cuidadosamente a su sitio... quizá otro día sí me decida a hacer limpieza.

pensado por ana at 12:52 a. m.

2 Comments:

:) No hagas limpieza, que todo adorne tu casa. Pero no la conviertas en un museo. No olvides tener sitio para todo lo bueno que te espera.

Besos. Ángel.

29 agosto, 2005 15:59  

Eso es lo malo... que a veces temo que mi museo sea de entrada y no de salida...
Besos.

29 agosto, 2005 23:00  

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