ampharou

martes, octubre 04, 2005

Lunes.

Ya nació con vocación de lunes. ¡Pero si hasta el cielo se oscureció al medio día! Un despertador que no cumple con sus quehaceres diarios, una mañana de trabajo con las típicas veinte tonterías sin solución aparente, una comida improvisada que resultó un desastre (recordadme que mañana mismo mate a mi carnicero). Por no hablar de los pensamientos que como buitres me rondan la cabeza. Menos mal que al final de la tarde el día empieza a enmendarse: vuelvo a clase de danza. Alma no tiene piedad del mes y medio que llevamos sin clase y nos muele a golpe de cintura. La sangre del cerebro desciende hasta las caderas y no deja pensar en otra cosa que no sea seguirle el ritmo. Al final, se hace perdonar con media hora de relajación a la luz de las velas y entre olores de sándalo. Cuando llego a casa, sólo puedo pensar en una ducha y en dormir.

Mañana más. Si podemos, mejor.

pensado por ana at 12:13 a. m.

4 Comments:

A ver si tenemos como bloggera a la Martha Graham de la bahía?

04 octubre, 2005 16:36  

MÁS OMBLIGO...
MÁS CALOR...
MÁS TERAPIA...
MÁS DE TOOO...

;-)

Viva los Lunes !!!! Todo no es malo..
Abrén las tiendas,abre el bar de abajo,
te encuentras con los compis del trabajo,
con los compis del bar de abajo, con la profe de danza, que no se cansa, con la bañera y las velas,y la esperanza, de un Martes de danza y sin agujetas.

04 octubre, 2005 20:06  

Ana, que alegría! otra bailarina!
:)) Me parece que bailamos lo mismo ;)

05 octubre, 2005 17:50  

Ya veo que lo de los lunes lo tenemos asumido unos más que otros... yo, para cuando empiezo a hacerlo, ya es viernes!
Bueno, bueno, chicas... parece que tenemos un buen grupo de odaliscas, no?

06 octubre, 2005 01:22  

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