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jueves, marzo 16, 2006

Nano y Wey.


Nano es canela. Es el mayor. En realidad se llama Mateo y acaba de cumplir cuatro años. Lo rescatamos de una muerte segura cuando apenas tenía un mes. Del resto de la camada y de la mamá nunca más se supo (hay gente a la que les molesta los animales, aún cuando les libran de ratones y culebras que era lo único que hacían los gatos en la fábrica en la que nació). Cuando todavía era joven e inconsciente quiso volar y como consecuencia tiene un clavo en el codo de una de las patas delanteras y mucho miedo a volverse a caer, por lo que ha aprendido a afianzarse bien en las ventanas cuando la avidez de sol puede más que el vértigo. Cuando llegó Wey él ya tenía más de un año y le hizo saber de inmediato quién mandaba en casa.

Wey es un tabby gris regalo de una compañera con un índice de natalidad entre sus gatos demasiado alto hasta para una «gattara» convencida. Pronto cumplirá tres años. Dicen de los gatos que tú no los adoptas, sino que ellos te adoptan a ti. Pues Wey ni lo uno ni lo otro. Él es el gato de Nano, es al único que hace caso y al único que da topadas cuando tiene ganas de mimos. Eso sí, el pobre está tan resignado a ser el juguete de mi hija, que sólo se diferencia del resto de sus peluches porque él se mueve. De vez en cuando, porque el deporte favorito de ambos es estar tumbados al sol durante horas. Sólo hay dos sonidos a los que atienden: el que hace el abrir una lata de comida o sacudir la bolsa del pienso seco y el de la persiana de la terraza cuando la levanto.

Suelen pelearse en época de celo y organizan carreras por todo el pasillo en las que los obstáculos son ellos mismos. Son magníficos porteros de pelotitas de papel. Tienen su código secreto de señales y se riñen el uno al otro cuando hacen algo malo. Pero lo que más les gusta, sin duda, es encontrar el sitio más cálido de toda la casa y acurrucarse el uno contra el otro.


pensado por ana at 7:12 p. m.

10 Comments:

Me quedo con una frase: "Pero lo que más les gusta, sin duda, es encontrar el sitio más cálido de toda la casa y acurrucarse el uno contra el otro"

16 marzo, 2006 19:18  

No estoy de acuerdo del todo con esa frase, eso es casi lo que mas les gusta. Pero... has probado ha darles boquerones frescos? y gambitas de las buenas? Se vuelven autenticos yonkis del marisco y pescao del weno.

16 marzo, 2006 20:17  

oooooooooooh! son guapos de remate!! :))

16 marzo, 2006 20:51  

Son como eran Coco y Perico. Perico era el esbirro de Coco. Cuando reñíamos al jefe, Perico salía desde detrás para defenderlo, nos picaba, y luego se volvía a esconder tras las alas de Coco. Que pillo era.

16 marzo, 2006 22:26  

Son un puntazo, y la foto escenifica muy bien lo que cuentas de ellos. Confieso que me ha dado un poco de alergia, la foto, pero no por los gatos sino por Sabina (permíteme la fobia) ;)

Malatesta, lo de Coco y Perico me recuerda a la perrita de un amigo y a mi mismo, de acampada: ella se adelantaba y ladraba a las vacas y, cuando embestían, se refugiaba entre mis piernas... Por supuesto, en este caso, la vaca sería tú, la perra ella misma y yo el que procuraba no moverme mucho, no mirar directamente y emplear un tono de voz relajante.

16 marzo, 2006 22:43  

Ismo, es que quien le regaló el libro, tampoco es demasiado amigo de Joaquim ;)

16 marzo, 2006 23:40  

Uuuhhhmmm gatos, me encantan casi todos los animales, y aún sin poder tenerlos conmigo me siguen atrayendo.
En casa de mis padres no eran los reyes, siempre lo fue el perro, pero casi, casi. No todos eran caseros, algunos ni siquiera entraban nunca en la casa, recuerdo haber llegado a tener hasta 24 y resulta que ahora me vuelvo loca para poder encontrar un cachorro para mi hermana...

Un beso.

17 marzo, 2006 12:40  

ya me dijo alguien una vez "donde esté sentado un gato o un cura, es sin duda, el mejor sitio de la casa"

17 marzo, 2006 12:52  

Pues Ray estaba en umbral de mi casa cuando Tierra regresó. Me preguntó que qué hacia, si lo dejaba pasar o no. Yo le dije, "ya están aqui". Anoche descubrí es la semilla de la futura materialización del león de La ultima tentación de Cristo y de las crónicas de Narnia, es decir, es el enviado de la 5ª dimensión y el presunto árbrito neutral de la batalla que se está fraguando entre las paredes de mi casa. Lo cuidaré y jugaré con el mientras conserve esa forma gatuna.La verdad es que lo prefiero a las golondrinas , los pingüinos y las monjas. Cuando adquiera su verdadera apariencia será el el que me guie a mi ;-)

18 marzo, 2006 13:12  

Beaumont, ya sabes cómo son... de la mejor forma que están es acurrucados ;)))
Busano, claro que he probao... cuando cocino se me enganchan en las piernas... la próxima partida de boquerones que decomisemos será enterita para ellos...
Nimue, sí que son monos... igual que los tuyos, que me parece que son gatitas, no?
Malatesta, estos lo hacen al revés. Basta que riña a uno para que el otro aproveche y le dé su merecido... y el que sale peor parado es Nano, un buen rato sin atreverse a salir de debajo de las mesas...
Don Ismo, se le permite la alergia ;) igual que se la permito a Heliópolis. Aquí, para gustos, colores...
Miada, 24???
Valiada, qué te voy a contar a ti, no? Esa Lena es la perfecta detectora de buenos sitios... aunque ya se le acabó el chollo de ser la reina de la casa..
Adrián, ojalá mi nena les tuviera una chispa de miedo también... lo último fue querese traer una camada de 5 a casa...
Anónimo, siempre mejor un gato que un murciélago ;)Y las golondrinas, el otro día ya vi la primera...

18 marzo, 2006 19:29  

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