ampharou

jueves, marzo 30, 2006

Naufragio.


De nuevo sentada en la orilla de tu propia memoria, esperando la marea que arrastre los restos de este nuevo naufragio. ¿Cuántos han sido hasta ahora? ¿Tres, cuatro? Da igual, todos han tenido el mismo resultado: trozos de ti misma navegando a la deriva por mucho tiempo, sentirte como el amotinado abandonado en la isla, la terrible secuela del miedo a volver a enrolarse, a volver a acercarse al mar simplemente.

El diario de a bordo convertido en el suma y sigue de los desastres. Cuando crees el mar en calma, cuando parece que esta travesía te llevará a buen puerto, al doblar el primer cabo la tempestad embravece las aguas y ya no hay salvación posible. No hay botes, no hay salvavidas y el capitán es el primero en abandonar la nave.

La tormenta pasa, el mar vuelve a su apacible quietud, pero ya nada vuelve a ser lo mismo. Del navío sólo quedan los pecios hundidos, de tu empresa tan sólo el dolor del fracaso. Y tú vuelves a sentirte, otra vez, como un mascarón de proa encallado en la playa.


pensado por ana at 8:31 p. m.

8 Comments:

Pero lo que vives el tiempo que navegas, no te lo quita nadie...
A veces, merece la pena arriesgar; el miedo...siempre está ahí...

Besitos

31 marzo, 2006 09:43  

Después de la tempestad siempre viene la calma, y a veces, tras los naufragios, los tesoros quedan ocultos, o tendidos en la playa, para que alguien los descubra...

31 marzo, 2006 11:00  

Ana, el capitán es el último en abandonar el barco...

Un beso.

31 marzo, 2006 19:15  

Si leo bien, creo que no me gusta lo que leo.
=(

Bzoz.

01 abril, 2006 19:43  

Capitanes no sé si tendrás, pero un grumetillo en la bodega de embarque está siempre acechando ;)

01 abril, 2006 20:33  

Hay quién sabe escribir y lo demás a disfrutar leyendo. Muy lejos está de Sergio Prim, aunque tiene toda su poética.

01 abril, 2006 21:02  

Ops! Siento el malentendido. Por supuesto que era ficción, sólo un ejercicio para conocer mi capacidad de desligar sentimiento de escritura.
Este crucero continúa y continuará por muuuucho tiempo, con su grumete que es capitán y una servidora.
No, Ilocalizable, no soy Sergio Prim, como dice Beaumont, ni Gopegui (qué más quisiera) ¿Eres tú Maravillas Gea?

01 abril, 2006 22:01  

Una ficción preciosa. Tiene música.

02 abril, 2006 22:47  

Publicar un comentario

<< Home

!-- Begin Webstats4U code -->