ampharou

viernes, diciembre 22, 2006

22 de diciembre.

Que San Ildefonso os sea propicio a todos

y os deje montones de salud y amor.

pensado por ana at 8:01 a. m. 14 han dicho

domingo, diciembre 17, 2006

Hermosa.

Lo hermosa que soy cuando la mirada de mi reflejo en el espejo se cruza con tu mirada y mis ojos brillan como sólo lo hacen cuando me miras.

Lo hermosa que soy cuando me haces reír y las lágrimas me bañan la cara y sigues haciéndome cosquillas y no paras aunque te lo pida y en realidad deseo que sigas.

Lo hermosa que soy cuando mi pecho anida en el molde perfecto de tus manos.

Lo hermosa que soy cuando mi piel es de cera y talco, piel de armiño, ante el breve roce de tus dedos.

Lo hermosa que soy cuando entreveo mi vientre plano, coronado con un ombligo ávido de tu lengua ávida de mi deseo, enmarcado por los huesos de mi cadera que se yergue mientras buceas entre mis piernas, columnas quebradas de mármol torneado.

La imagen, Mujer Corazón, de Luis Sanus.

pensado por ana at 9:37 p. m. 12 han dicho

martes, diciembre 12, 2006

Casino Royale.

Es lo que tiene pasar un puente con cerocomacinco, que terminas viendo la última de cerocerosiete.

Yo que me había mantenido virginal ante la saga, no viendo más que trozos sueltos de algunas de las películas cuando las ponen en las sobremesas de los días de fiesta, prestando más atención a la conversación o al sueño que a las peleas que se sucedían en la pantalla. Yo, que por no ver no había visto, ni por mera casualidad y afán de reconocer lugares y la posibilidad de reconocer paisanos, aquélla rodada en estos lares y que dio por nombrar a Halle Berry como ‘la morena más buenorra hermosa salida jamás de la Caleta’ en una suerte de estadística tan improbable como esa de la NASA de la que habla Ismo (el que ha comprobado que este ha sido el año más caluroso ha debido estar quinientos años sentado en la orilla de esta playa viendo salir ‘morenas’ a fin de otorgar ambos títulos), y de pronto, hala, estrenándome con James Bond al mismo tiempo que el rubísimo Daniel Craig.

No voy a contar la película, no quiero ser metepata, ni a hacer crítica de ella, que parecería más una especie de Cándida que otra cosa, pero por lo que tengo entendido, cuenta con menos gadgets y con más sangre en su protagonista que las precedentes. Hay hermosas chicas: la chica Bond, como es de menester, y el zorrón, que tiene lo que se merece por eso mismo quedando hecha una rebaná (expresión muy gaditana que aquí se usa literalmente). Como es natural, también un malo malísimo, Le Chiffre, al que no le hace falta poner morros para serlo y parecerlo y que no pestañea precisamente ante la adversidad.

Lo más sorprendente, que en una sala semi vacía, en la que la mayoría de los espectadores eran adolescentes varones, se oyeran más suspiros ante la aparición del mítico Aston Martin que ante la de cualquiera de los escotes –generosos- que se prodigaron en toda la película.

Lo más sorprendente (dos) que, contra todo pronóstico, no terminara de disgustarme la película (yo nunca he dicho esto, que conste, y no lo repetiré en público).

pensado por ana at 12:18 a. m. 10 han dicho

martes, diciembre 05, 2006

Hermana.

Siempre había sido mi madre la que, con paciencia infinita, me había levantado cada día para ir al cole, había puesto mi sueño debajo de la almohada para que supiera dónde estaba cada noche, me había vestido y, mientras desayunaba, intentaba coger con un lazo mi pelo rebelde de puro fino y lacio.

Pero aquel día de diciembre de mis seis años era mi hermana mayor la que, más apurada que artera, intentaba espabilarme para no llegar tarde. «¿Mamá?» «Mamá no está. Luego iremos a verla» Supongo que presentí que algo ocurría, pero creo que no pregunté. Al fin y al cabo, a los niños pequeños no se les cuenta nada.

Luego resultó ser por la tarde, después de clase. Mi padre nos llevó en autobús hasta la plaza España, donde estuvimos un rato jugando. Al poco, me cogió de la mano y con mi hermana mayor, fuimos hasta una casa cerca de allí. La casa por dentro parecía un hospital, aunque nunca había pisado uno, y olía de una forma muy extraña. Después de pasillos, escaleras y gente con cara seria, llegamos a una habitación donde, por fin, estaba mi madre. Acostada en una cama. Y algo fallaba. ¿Dónde estaba esa barriga gorda que lucía últimamente y a la que llamábamos hermanito?

De pronto apareció una enfermera con un revoltillo de ropa entre los brazos que soltó con sumo cuidado en la cama de mi madre, mientras ésta me decía «Mira, tu hermanita» «¿Hermanita? ¿No iba a ser un niño e iba a llamarse Santiago?» En esas estaba mi pensamiento cuando vi aparecer entre esa manta a la muñequita más preciosa que había visto nunca. El pelito negro repeinado con su raya al lado y todo, la piel de melocotón y una naricita como un pegotito sonrosado en esa cara pequeña y redonda. Era cinco de diciembre y los reyes magos ese año se me adelantaron un mes y un día.

Hoy también es cinco de diciembre y ya han pasado unos cuantos años. Esa muñequita linda es a su vez la mamá de un precioso bebé que tiene el mismo pegotito sonrosado en su cara pequeña. Este año el cinco de diciembre volverá a ser fiesta, porque volveremos a estar juntos casi toda la familia. Este año, el cinco de diciembre vuelve a ser un adelanto de la navidad.

Felicidades, hermana. Que sean muchos más.

pensado por ana at 7:47 a. m. 10 han dicho

viernes, diciembre 01, 2006

Rosa rosae



Tom Cruise se casó con la lánguida Katie Holmes. En un castillo italiano. Más guardaespaldas que invitados. Y dos francotiradores. Quizá esperaba algún invitado con armas de asalto. La Preysler invitó a cenar a George Clooney. Y a Cayetano Rivera. Anita y Tamara no se perdieron la cena. Pijas sí, pero tontas no. Seguro que incluso repartieron Ferreros durante la actuación del cuadro flamenco de los postres. Se presentaron relojes, rojos de labios, joyas y demás en glamourosos actos en los que se vio gente guapa y menos guapa (a no sé cual fueron Paulina Rubio y su novio). Una pobre presidenta tuvo que enfundarse en la bandera de su comunidad para poder acudir a una de esas fiestazas.
Doña Leonor cumplió un añito y ya hay cuatro princesas europeas embarazadas. Carlota compite con la belleza serena de su madre, Alberto acude sin novia y Estefanía reparte regalos en la fiesta de la Cruz Roja. O era en la de la Rosa. En una de ellas, vamos.
Para la boda Cruise-Holmes, cinco modelos de Armani, uno de ellos para la pequeña que cumplió siete meses el mismo día (¿o fue un año?). La Pantoja se siente engañada y se autoproclama víctima, igual que Nicole, consternada por el ingreso en una clínica de desintoxicación de su marido. Igual no quería que ingresara. O igual no es por eso. Britney Spears se va de juerga con Paris y enseña el búlgaro.
Madonna, madre ejemplar, Angelina sufre mareos, Luis Miguel, en un arrebato de inspiración, le pondrá Miguel a su hijo.
Sara, o la señora que se comió a Sara, no piensa casarse con Giancarlo aunque es el amor de su vida.
Beckham y esposo posan a su llegada a Italia. Ella, con modelo de ejecutiva de película porno. Él, con un jersey igualito al uno que mi padre tiró allá por los años setenta porque le parecía antiguo.

Para todo esto dan dos horas largas de peluquería.
pensado por ana at 2:05 p. m. 10 han dicho

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