ampharou
lunes, mayo 30, 2005
Búsquedas.
miércoles, mayo 25, 2005
Demasiados malos días.
Cambio de tercio. Física, mental y anímicamente bajo cero. El mes de mayo ha resultado un mes para olvidar. Es más, ha sido un mes recomendadamente omitible. Época de vacas flacas. Además, demasiadas horas de insomnio. Y a las cuatro de la madrugada, cualquier solución parece factible. Y cuando digo cualquier, quiero decir hasta la más improbable. Pero gracias a los fatos, con las luces de la mañana aparece también el resquicio de razón que me queda. Así que me queda rato de estar por aquí... al menos por ahora.
viernes, mayo 20, 2005
Chica maravilla.
Resulta que soy una chica maravillosa: interesante, divertida, inteligente, guapa... o eso al menos es lo que dicen mis ‘ex’ (mi verdadero ‘ex’ es el único que piensa que soy un bicho, y yo se lo agradezco enormemente). Además, dos de ellos han coincidido en pocas horas diciéndomelo, aderezado con unos cuantos ‘te echo de menos’ y ‘cuántos buenos momentos tuvimos’... de lo que no se acuerdan, por supuesto, es de lo mal que me lo hicieron pasar. Y aquí es donde viene mi pregunta: si tan, tan... todo eso que dicen soy, ¿por qué a fecha de hoy estoy más sola que la una? Viernes noche, y aquí estoy yo, con mis dos gatos, y quejándome en lo que ha venido a ser el sustituto del psicoanalista. Tendré que replantearme la estrategia y dejar de ser una chica maravillosa...
jueves, mayo 19, 2005
Truman.
La casualidad no existe. Como si viviésemos en un enorme show de Truman, nuestras vidas están sujetas y ancladas a un plan ‘divino’ que no deja nada al azar. Ya puede deberse a Dios, a Buda, a
miércoles, mayo 18, 2005
Miércoles.
martes, mayo 17, 2005
Detalles.
viernes, mayo 13, 2005
Victoria!
Por fin... prueba superada, objetivo conseguido, renazco de mis cenizas: la confusión ha vuelto a ser orden y el caos ha sido dominado. Vuelvo por mis fueros, me crezco y ya estoy aquí. Reordeno el piso y encuentro la templanza perdida. Ni pitos ni flautas, sólo yo y mi circunstancia. Dejo de ser un olmo viejo y ya no pido peras de mirada intensa. Preparada, lista, ya! Dispuesta a saltar a la arena, ponerme el mundo por montera y comprobar el poder limpiador de las moras verdes. No más camisas de once varas. A ver cuánto dura...
Pecados.
Pero también está la otra envidia, esa que aflora cuando, aún empeñándonos, no somos capaces de conseguir aquello por lo que nos afanamos, y sin embargo, asistimos desdichados a cómo otros lo alcanzan apenas sin pestañear... Son esas personas tocadas por la fortuna, los que siempre están en el sitio adecuado en el momento oportuno... esos que no arriesgan, no juegan... pero siempre ganan. Prefiero estar lejos de estos seres privilegiados: al fin y al cabo, ni siquiera es contagioso, y ojos que no ven, corazón...
miércoles, mayo 11, 2005
Vivo?
lunes, mayo 09, 2005
Insomnio (y II).
Valerianas y tisanas. Ya he dejado de tomar café, la coca-cola hace años que no la pruebo. Cenas frugales, por supuesto, nunca picantes. Tengo el dormitorio lleno de ovejas, leo las novelas más aburridas: lo único que me provocan es dolor de cabeza. Me levanto, paseo descalza, me fumo tres últimos pitillos. Un vaso de agua, un vaso de leche caliente. Técnicas de relajación: monsieur Silva tampoco ayuda. Me concentro en mis chakras, convoco cada uno de sus colores. Infusiones de cáscara de naranja. Música relajante en lugar de debates en la tele. Miro al cielo, busco estrellas. Todo es apagar la luz y abrir los ojos. Con suerte, me puedo quedar dormida un par de horas antes de que suene el despertador. ¿Qué fue de cuando podía dormir dieciséis horas seguidas? ¿Se me gastó el sueño entonces?
domingo, mayo 08, 2005
Batallas.
No me gusta discutir. Siempre procuro evitarlo: repliego mis velas aún antes de que comience la batalla. Considero que ya nos complicamos demasiado la vida como para enzarzarme con alguien en un combate dialéctico que no va a llevarnos a ningún sitio, donde nadie va a dar su brazo a torcer y el punto de partida siempre es no dejarnos convencer de otra postura que no sea la nuestra. Pero hay veces que no puedo escapar sin rendir buena lid. Entonces no grito, no me exalto, pero de mi boca salen palabras como látigos que no vienen de mi mente, palabras que no reconocería como mías hasta el momento de pronunciarlas. Casi siempre soy consciente del daño que van produciendo, pero en ese punto lo único que me haría parar es rematar a mi oponente en el suelo con una frase lapidaria. Después, lloro mi victoria, incapaz de pedir perdón.
sábado, mayo 07, 2005
Insomnio.
Algunas veces no puedo dormir. Entonces encuentro mil cosas que hacer antes de meterme en la cama, donde me devano los sesos buscando soluciones improbables a un problema que no es tal, porque la respuesta está en el sentido común. Pero siempre he adolecido de lo mismo: el sentido común es el más extraño de los sentidos en mí, y siempre la opción más conveniente es la menos atractiva. Sin libro de instrucciones para la vida, echo de menos una moneda que me muestre la cara del camino a seguir. Una moneda de curso legal, multifunción, que sirva tanto para asuntos mundanos como divinos. Una moneda para echar la culpa de las equivocaciones y ponérmela como medalla en los aciertos. La vida sería un poco más aburrida, pero, al menos, podría dormir.