ampharou

viernes, enero 27, 2006

Brújulas.

Ella salta sobre los charcos en una playa de invierno.

Él avanza sobre un asfalto gris.

Ella encontró su norte prendido en una piel.

Él huye de su frío volando hasta el sur.

Ella trenza y destrenza su pelo.

Él engarza amaneceres como pompas de jabón.

Ella ahueca sus manos.

Él vierte el perfume.

Ella borra pasados con miradas.

Él inventa futuros con sonrisas.

Ella sonríe.

Él, por fin, mira.

pensado por ana at 4:47 p. m. 9 han dicho

miércoles, enero 25, 2006

Buen día.


¿O acaso que te pinten una sonrisa nada más despertar no es la mejor forma de afrontar el día?
pensado por ana at 9:07 a. m. 7 han dicho

lunes, enero 23, 2006

En pie de guerra.


Ya está.
No puedo demorar más la batalla si quiero ganar esta guerra. Ya tengo a mis soldados, cientos, miles, dispuestos en filas de a cuatro.
Los objetivos están señalados, el mapa de su secuencia estudiado.
Los días A, I, H y E marcados en rojo.
Las armas preparadas, los ánimos a punto.
Será una lucha sin cuartel, en la que sólo puede quedar uno.
No hay piedad para el enemigo, no hay lugar para el desaliento ni tiempo para la fatiga. No habrá tregua en el campo de batalla. Páginas impresas, hojas manuscritas son mis tropas. Manuales como única defensa.
Mañana mismo empiezo a estudiar.

pensado por ana at 10:04 p. m. 6 han dicho

jueves, enero 19, 2006

Lección de anatomía: ojos.



Desde el albahaca al oliva, pasando por el turquesa y el ‘casi-gris’, dependiendo de la luz y del estado de ánimo.
Aunque hay quien los ve azules, son verdes como el trigo verde por parte de padre y miopes por la gracia de Tutatis.
Polifacéticos ellos, saben reír, saben llorar, saben hablar.
Azotan con ira, acurrucan sueños, derraman lágrimas de felicidad o de tristeza, acarician amores, albergan ilusiones...
Ahora, además, las ven.
pensado por ana at 11:33 p. m. 10 han dicho

miércoles, enero 18, 2006

Los cinco extraños hábitos de Ampharou.


Por cortesía de 3nity he sido invitada a describir cinco de mis extraños hábitos, así que procedamos a ello transcribiendo el reglamento, más que nada, por no contradecirlo:

«Las personas que son invitadas a escribir un mensaje en su respectivo blog a propósito de sus extraños hábitos, deben también indicar claramente este reglamento. Al final, debéis escoger 5 nuevas personas y añadir el link de su blog o diario web. Es importante dejar un comentario en su blog, diciendo... "Has sido elegido" y decirles que lean el vuestro, para que acepten o no el reto»
  1. Doblar los envoltorios de los azucarillos con precisión de relojero, siempre efectuando los mismos pliegues, uno sobre otro, para después retorcerlos entre los dedos hasta darle forma de "S".
  2. Desde que me levanto y hasta que salgo de casa, cada mañana hago las mismas cosas y en el mismo orden: una rutina que me asegura que no me olvido de nada y que el resto del día va a ir bien (¿sí?).
  3. Sábanas lisas, a ser posible de algodón. No importa el color, pero nunca deben ser estampadas.
  4. Terminar todo lo que empiezo a leer. No puedo dejar un libro a medias. Como mucho, aparcarlo una temporada, pero por poco que me guste o entienda, tengo que llegar a la última página.
  5. No comer pato, en memoria de Paco, un típico pato de mercadillo que, inexplicablemente, y tras estar criándolo más de tres meses, murió de una indigestión de huevo frito y lomo adobado.

Podría seguir un poco más, pero mejor le paso la bola (chirin-chin-chera) a los pocos que van quedando sin que aún hayan confesado, a saber, Totito, Nimue, S, Ego y Alter y Adrián.

Ea, a confesar!

pensado por ana at 12:21 p. m. 3 han dicho

domingo, enero 15, 2006

Cumpleaños feliz.

Nunca he sido tan mayor como hoy, y sin embargo, nunca me he sentido tan llena de vida.
Así da gusto cumplir años.
Puede ser quince de enero cada día, cuando alguien me cambia por vida las penas.


pensado por ana at 11:17 p. m. 12 han dicho

miércoles, enero 11, 2006

La pequeña Memole.

La pequeña Memole ya no es pequeña. Creció y los años se le vinieron encima. Ahora pasea sus huesos por esta ciudad, embutida en su eterno abrigo, con un sombrero calado hasta los ojos, con una bufanda que le tapa la barbilla. La pequeña Memole cambió sus labios de fresa por una mueca ingrata dibujada entre las arrugas de su boca, pero sus ojos centenarios siguen chispeando detrás de las antiparras que le obliga a usar una mirada que ya lo ha visto casi todo. La pequeña Memole toma el autobús en mi misma parada. Saluda a quien quiere oírla mientras espera el uno, charla todo lo jovial que le permiten sus años con conocidos de cinco minutos impenitentes de la misma hora. La pequeña Memole arrastra sus botas hacia el interior del autobús, suplica su asiento en el que se desmorona. Sólo son tres paradas, pero en el trayecto el milagro se produce: tras el timbre de la parada solicitada, salta de su trono móvil y aguijonea los costados de los soñolientos que la separan de la puerta. Si alguno se vuelve para reconocer al tábano que lo ha sacado de su sopor, sale una dulce voz de detrás de la colorida bufanda que pide el paso por favor. La pequeña Memole ya está de nuevo en la calle. Sus botas, más que pesarle, ahora tienen alas.
¿Quién sabe qué destino le espera cada mañana?

Dedicado a uno de mis extras favoritos.

pensado por ana at 1:13 a. m. 5 han dicho

martes, enero 10, 2006

Un libro.


Lo siento, pero hasta que no me lo termine....
Y cuando lo haga, no sé si seré capaz de volver a escribir.


pensado por ana at 12:40 a. m. 5 han dicho

domingo, enero 08, 2006

Vacaciones de invierno.


Domingo por la tarde. Se acabaron las vacaciones. Vacaciones especiales de invierno. Tres semanas que han dado para mucho: para pasar frío y sentir calor, para días de prisas y compras y días de calma gustosa. Días de comer y días de cocinar. Días de buena música, de buena charla, de mejor compañía. Días para descubrir la ciudad desde unos ojos nuevos y unas manos entrelazadas. Días de fiesta y risas y días de despedidas y lágrimas. Días de conocer amigos y días de reunir hermanos. Pero sobre todo, bellos días de vacaciones de invierno.

Domingo por la noche. Mañana, trabajo, calma y la mejor de mis más sinceras sonrisas. Porque habrá más vacaciones, aunque sólo duren un fin de semana.



pensado por ana at 11:54 p. m. 4 han dicho

viernes, enero 06, 2006

Mi carta.

Queridos Reyes Magos:

He cumplido con todos los rituales. He visto la cabalgata y he esquivado más que cogido los caramelos. Eso sí, lo de irme pronto a la cama, veréis, es que no va mucho conmigo, pero espero que sepáis perdonarme.

Acabo de sacar lustre a mis zapatos de tacón, y los he dejado justo al lado de la puerta. Encima de la mesa del salón, bien dispuestos, encontraréis tres vasitos de leche y un plato lleno de hojaldrinas. También he dejado algunas golosinas para los pajes, que no se diga que en esta casa sólo se atiende a las altezas. Y para los camellos, un barreño de agua, aunque supongo que si hicieran caso de toda el agua que les dejan en todas las casas, perderían al instante la fama y los echarían con cajas destempladas del desierto.

Pues bien. Podéis demoraros en casa todo el tiempo que queráis. Dar buena cuenta de lo que os he dejado. Echar una cabezadita en el sofá si os place y os da tiempo. Estaré contenta con vuestra visita. Pero no hace falta que me dejéis nada.
Este año ya tengo mucho más de lo que esperaba.


pensado por ana at 2:02 a. m. 6 han dicho

miércoles, enero 04, 2006

2006.


Pasó el año, llegó el nuevo y el mundo sigue moviéndose igual que siempre.

Y sin embargo el mío gira ahora al ritmo de mis latidos.


pensado por ana at 1:40 a. m. 6 han dicho

martes, enero 03, 2006

Crónica.

Hasta este medio han llegado noticias de un hecho que, a pesar de no haber tenido la difusión merecida en los medios de comunicación pública, creemos con la suficiente importancia como para que, haciendo honor al rigor informativo que nos caracteriza, nos hagamos eco de tal evento.

Los hechos ocurrieron el pasado día 30 de diciembre, en la situación geográfica 30º 31’ N 11’ W. Sobre las 21.30 horas se produjo una concentración insólita que, una vez contrastadas las opiniones de los presentes, fue, en parte, totalmente premeditada (por las horas, podríamos decir que hasta con nocturnidad y alevosía). Al parecer, durante dicho encuentro, y siempre confiando en la veracidad de nuestra investigación, los integrantes de tal asamblea procedieron a dar buena cuenta de una cena que en absoluto desmereció la importancia del encuentro, para luego trasladar el lugar de reunión a un local sugestivo y encantador, no sin antes realizar un recorrido turístico por los más pintorescos lugares de la población.


Dos de los participantes del evento que prefieren mantener su anonimato.

El encuentro, que se prolongó hasta la madrugada, finalizó con los buenos deseos de felicidad de los asistentes y la confianza de que no transcurra mucho tiempo hasta que se vuelva a suceder. El balance que podemos entresacar, pues, del acontecimiento, es tan positivo como las risas, la buena compañía, la excelente conversación y la indudable sensación de amistad que se produjeron en ella.



En esta fotografía, aunque no lo parezca, aparecen todos los integrantes de la reunión menos uno, el que intentaba realizarla. Es lo malo que tiene tener por equipo fotográfico una maquinilla de afeitar.



pensado por ana at 1:09 a. m. 7 han dicho

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